Aboliendo al Proletariado: Desintegración de la Conciencia de Clase y el Fin de la Lucha Programática
Aboliendo al Proletariado: Desintegración de la Conciencia de Clase y el Fin de la Lucha Programática.
La noción de conciencia de clase ha sido una piedra angular en el pensamiento marxista desde sus inicios. Según Karl Marx, el desarrollo de la conciencia de clase entre los trabajadores era esencial para que el proletariado se constituyera como un sujeto revolucionario capaz de derrocar el sistema capitalista. Esta conciencia, basada en la toma de conciencia de las contradicciones inherentes al capitalismo, conduciría a una lucha de clases que transformaría radicalmente la sociedad. Sin embargo, esta idea, que ha sido adoptada por una gran parte de las corrientes marxistas tradicionales, ha sido duramente criticada por la revista francesa Théorie Communiste (TC), que considera que la noción de conciencia de clase es una limitación histórica y una forma de perpetuar el sistema capitalista. Este ensayo explora las críticas de TC a la conciencia de clase y cómo estas se relacionan con su visión radical de la revolución comunista.
I. La concepción tradicional de la conciencia de clase
La conciencia de clase es un concepto central en el marxismo ortodoxo. Según Marx, la historia de la humanidad es la historia de la lucha de clases, y el capitalismo se caracteriza por la confrontación entre la clase trabajadora (proletariado) y la clase dominante (burguesía). En este contexto, el proletariado debe desarrollar una conciencia de su situación como clase explotada dentro del sistema capitalista, lo que eventualmente lo llevará a organizarse y actuar colectivamente para transformar la sociedad. Esta conciencia de clase se forja en la experiencia cotidiana de la explotación y en las luchas contra las condiciones opresivas del trabajo asalariado. Para el marxismo tradicional, la revolución comunista depende de la capacidad del proletariado para reconocerse a sí mismo como una clase unificada y luchar por su emancipación.
No obstante, Théorie Communiste señala que esta concepción de la conciencia de clase está profundamente arraigada en una fase particular del capitalismo, cuando existía una mayor cohesión en la clase obrera y una clara división entre proletariado y burguesía. Con el desarrollo del capitalismo global, la fragmentación del trabajo y la precarización laboral han desdibujado las líneas de clase de una manera que hace inviable este enfoque.
II. Crítica de Théorie Communiste a la conciencia de clase
Para Théorie Communiste, la noción de conciencia de clase, tal como fue concebida por Marx y adoptada por el marxismo tradicional, es una categoría históricamente limitada que ya no se ajusta a las condiciones del capitalismo contemporáneo. TC sostiene que la conciencia de clase ha dejado de ser una herramienta útil para la revolución comunista por varias razones clave.
- La fragmentación del proletariado en el capitalismo modernoLa primera crítica de TC se refiere a la estructura del capitalismo en la actualidad. En su fase más avanzada, el capitalismo ha fragmentado a la clase trabajadora de tal manera que la idea de una conciencia de clase unificada es irrelevante. La globalización, la automatización y la deslocalización de la producción han creado nuevas formas de trabajo que están desintegrando la cohesión del proletariado. Ya no existe una clase obrera homogénea que pueda reconocerse a sí misma como sujeto revolucionario. En su lugar, la clase trabajadora está dispersa en múltiples formas de empleo precarizado, con trabajadores atomizados y desunidos. Esta dispersión ha hecho que sea imposible hablar de una conciencia de clase en los términos tradicionales.
TC sostiene que "la noción de conciencia de clase lleva a una fetichización de la lucha obrera, perpetuando la idea de que el proletariado es capaz de emanciparse dentro del marco del capitalismo" (Théorie Communiste, 2010, "Crítica a la conciencia de clase"). En otras palabras, la idea de que el proletariado puede alcanzar la emancipación simplemente desarrollando una conciencia de su posición es ilusoria en el contexto de un capitalismo que ha cambiado drásticamente.
- La conciencia de clase como afirmación de las relaciones capitalistasOtro aspecto clave de la crítica de Théorie Communiste es que la conciencia de clase, tal como se ha formulado tradicionalmente, no representa una ruptura con el capitalismo, sino su afirmación. TC argumenta que la conciencia de clase solo puede surgir dentro de las relaciones capitalistas de producción, lo que implica que perpetúa las mismas categorías sociales que el capitalismo reproduce. El proletariado, en tanto clase, solo existe en relación con el capital, y la conciencia de clase es una conciencia que refuerza esta relación. De este modo, la lucha de clases basada en la conciencia de clase es, paradójicamente, una lucha que mantiene las categorías capitalistas, en lugar de abolirlas.
Como afirma TC, "la conciencia de clase no es el motor de la revolución, sino una categoría capitalista más que debe ser abolida junto con las relaciones que constituyen a las clases" (Théorie Communiste, 2011, "Abolición de las relaciones de clase"). Esta postura rompe con la tradición marxista que veía en la conciencia de clase el despertar del proletariado y la clave para la revolución comunista.
- La superación de las categorías de claseLa crítica de TC a la conciencia de clase está profundamente ligada a su visión de la abolición de las relaciones de clase. Para ellos, el objetivo del comunismo no es la afirmación de la clase trabajadora, sino la abolición de las categorías que estructuran las relaciones capitalistas, incluida la propia categoría de "clase". En este sentido, la conciencia de clase es vista como un obstáculo para la verdadera emancipación, porque se basa en la perpetuación de las categorías que el comunismo debería abolir. La revolución, según TC, no es la toma de conciencia de una clase sobre su papel histórico, sino la destrucción de las condiciones que crean la existencia de las clases.
TC propone que "la verdadera revolución comunista no es la emancipación de la clase trabajadora, sino la abolición de todas las relaciones de producción que definen al proletariado como clase" (Théorie Communiste, 2012, "Sobre la abolición de las clases y el trabajo"). En otras palabras, el comunismo no es un proceso de afirmación de una clase contra otra, sino la destrucción total de las relaciones de clase.
III. La revolución como comunización y abolición de la clase
La crítica de Théorie Communiste a la conciencia de clase está íntimamente relacionada con su propuesta de la comunización. A diferencia del marxismo ortodoxo, que ve la revolución como un proceso histórico que pasa por etapas de transición (incluyendo la toma del poder estatal y la dictadura del proletariado), TC sostiene que la revolución debe ser un proceso inmediato de comunización, en el que las relaciones capitalistas se destruyen directamente sin pasar por fases intermedias.
La comunización, en este sentido, implica la abolición de todas las categorías que sustentan el capitalismo, incluyendo la clase. La conciencia de clase, al estar basada en una estructura capitalista de relaciones sociales, no puede ser el motor de esta revolución. En su lugar, la revolución comunista es la abolición inmediata de todas las formas de explotación, sin la necesidad de desarrollar una conciencia unificada.
La crítica de Théorie Communiste a la conciencia de clase cuestiona una de las premisas fundamentales del marxismo ortodoxo. Para TC, la idea de que el proletariado puede emanciparse desarrollando una conciencia de su posición dentro del capitalismo es una ilusión arraigada en una fase histórica anterior. En la fase actual del capitalismo, la clase trabajadora está fragmentada, desunida y atomizada, lo que hace inviable la concepción tradicional de la conciencia de clase. Además, TC sostiene que la conciencia de clase no es una herramienta revolucionaria, sino una categoría capitalista que debe ser abolida junto con las relaciones sociales que constituyen las clases. En última instancia, la revolución comunista no es la afirmación de la clase trabajadora, sino la abolición de todas las categorías de clase y las relaciones capitalistas.
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