Revolución y contrarrevolución: La lucha por la abolición del valor

 

Revolución y contrarrevolución: La lucha por la abolición del valor






[Advertencia para el lector

Este texto "Revolución y contrarrevolución: La lucha por la abolición del valor" se inspira en el texto clásico de 1974 de Intervention Communiste. En él, se analiza con profundidad la dinámica histórica del capitalismo, estructurada por la contradicción entre valorización y desvalorización, y se argumenta que esta tensión constituye tanto la base de las crisis recurrentes del sistema como la posibilidad de su superación revolucionaria.

El texto invita al lector a reflexionar sobre la revolución no como un objetivo final, sino como un proceso intrínseco que destruye las bases materiales del capitalismo: la ley del valor. A través de conceptos como el comunismo negativo y positivo, se examina la relación dialéctica entre revolución y contrarrevolución, destacando cómo estas fuerzas se enfrentan en un contexto de crisis global. Además, se subraya el papel central de la teoría en la transformación revolucionaria, no como una mediación externa, sino como parte esencial del proceso práctico.

El contenido está dirigido a lectores interesados en la teoría crítica, la historia del capitalismo y las posibilidades de emancipación en el siglo XXI. Aunque basado en un texto histórico, esta entrada actualiza sus implicaciones para un contexto contemporáneo, marcado por crisis económicas, exclusión social y el colapso ecológico. Aquí se encontrará no solo un análisis profundo de las dinámicas capitalistas, sino también una invitación a imaginar y construir alternativas radicales].

1. La ley del valor como fundamento y contradicción

El capitalismo se define por un núcleo conflictivo: la contradicción entre valorización y desvalorización. Este conflicto no solo estructura las crisis recurrentes del sistema, sino que también genera las condiciones materiales para su posible superación. El texto, basado en el escrito "Revolución y contrarrevolución" de Intervention Communiste (1974), exploraremos cómo estas dinámicas fundamentan tanto la revolución comunista como la contrarrevolución capitalista. Argumentaremos que la abolición del valor, entendida como la destrucción de las bases materiales del capitalismo, es a la vez la necesidad histórica de este sistema y el contenido esencial de la revolución comunista.

El capitalismo se sostiene en la ley del valor, una lógica que convierte las relaciones sociales en mercancías y a los seres humanos en fuerza de trabajo-mercancía. Sin embargo, esta estructura es inherentemente inestable, ya que el capital no se basa en el valor estático, sino en el valor en proceso. El ciclo de acumulación transforma continuamente el valor, generando una contradicción fundamental: al buscar maximizar la valorización, el capital produce inevitablemente la desvalorización (Intervention Communiste, 1974).

El capital fragmenta la ley del valor mediante mecanismos como la acumulación intensiva y la expansión del crédito. Pero este proceso, lejos de resolver sus problemas, intensifica la contradicción central. A medida que el capital intenta liberarse de la ley del valor, se enfrenta a su imposibilidad: necesita el trabajo humano para generar plusvalor, pero simultáneamente lo reduce a una mercancía inútil. En esta tensión radica tanto la crisis como la posibilidad de transformación revolucionaria.

 

2. Revolución y contrarrevolución: dos caras de la desvalorización

El texto plantea que tanto la revolución como la contrarrevolución emergen del mismo movimiento de desvalorización. Sin embargo, mientras que la revolución utiliza esta dinámica para abolir el valor, la contrarrevolución la organiza para restaurar la valorización futura. Este antagonismo es fundamental para entender cómo el capital responde a las crisis y cómo estas respuestas generan las condiciones para su superación.

La contrarrevolución, por ejemplo, se manifiesta históricamente en reestructuraciones como las que siguieron a la Gran Depresión y la Segunda Guerra Mundial. Estas reestructuraciones utilizaron la destrucción masiva como medio para restablecer la acumulación capitalista. Sin embargo, en las crisis contemporáneas, el capital enfrenta un límite histórico: su incapacidad para integrar vastos sectores de la población en su lógica de acumulación. Este límite señala la caducidad de la ley del valor y plantea la necesidad de su abolición (Intervention Communiste, 1974).

 

3. Comunismo negativo y positivo: el potencial revolucionario

El concepto de comunismo negativo, introducido en el texto, se refiere a las revueltas espontáneas y desorganizadas que emergen en sectores excluidos de la acumulación. Estas manifestaciones, aunque reflejan la descomposición del capitalismo, no logran articular un proyecto revolucionario positivo. Por el contrario, el comunismo positivo surge cuando la abolición del valor se convierte en un movimiento consciente capaz de transformar las relaciones sociales más allá del capital.

Este marco teórico permite comprender fenómenos contemporáneos como las protestas masivas en zonas marginalizadas o los movimientos sociales que desafían el sistema capitalista sin proponer alternativas claras. Según el texto, solo una ruptura radical con las formas de organización capitalistas puede transformar estas manifestaciones negativas en un proceso revolucionario positivo.

 

4. La abolición del valor como contenido y medio de la revolución

La revolución comunista no puede limitarse a la gestión de zonas liberadas o a la implementación de reformas graduales. Su objetivo no es la reorganización del capitalismo, sino la destrucción de sus fundamentos. Esto implica la abolición de la ley del valor como relación social y base material del capital.

El texto subraya que esta abolición no es un objetivo final, sino el contenido mismo de la revolución. En otras palabras, la revolución no puede separarse de sus medios: la abolición del valor no solo es el resultado de la revolución, sino también su fuerza motriz. Este enfoque rechaza cualquier distinción entre fines y medios, destacando que la transformación revolucionaria debe ocurrir en todos los niveles de la sociedad (Intervention Communiste, 1974).

 

5. Teoría y práctica: unidad en la revolución

Una de las aportaciones más significativas del texto es su concepción de la teoría como parte intrínseca de la revolución. Según Intervention Communiste, la teoría no es una herramienta externa ni un programa a seguir, sino una producción que emerge del propio proceso revolucionario. La revolución, al abolir el valor, también transforma las formas de pensar y comprender la realidad.

Este enfoque rechaza la idea de que la teoría sea una mediación entre condiciones objetivas y prácticas humanas. En cambio, la teoría se presenta como una reapropiación consciente de la historia y de la comunidad humana. Este aspecto subraya que la revolución no es solo una transformación material, sino también un proceso intelectual y cultural.

 

6. Revolución y contrarrevolución en el contexto actual

En el siglo XXI, las dinámicas descritas en "Revolución y contrarrevolución" siguen siendo relevantes para entender las crisis contemporáneas. Las desigualdades globales, el colapso ecológico y la exclusión de vastos sectores de la población del sistema económico reflejan los límites históricos del capitalismo. Al mismo tiempo, las protestas masivas y los movimientos sociales muestran el potencial revolucionario de nuestro tiempo.

Sin embargo, estos movimientos enfrentan desafíos significativos. La contrarrevolución ha adoptado nuevas formas, como el uso de tecnologías de control social y la reorganización política para mantener el dominio del capital. Estas estrategias buscan contener las crisis, pero no resuelven la contradicción fundamental entre valorización y desvalorización. En este contexto, el reto de la revolución es articular un proyecto positivo que vaya más allá de las manifestaciones negativas del comunismo.

 

 

El texto "Revolución y contrarrevolución" ofrece una perspectiva crítica y profundamente dialéctica sobre las dinámicas del capitalismo. Al situar la contradicción entre valorización y desvalorización como el núcleo del sistema, plantea que la revolución comunista no es una simple opción política, sino una necesidad histórica. En un contexto de crisis global, estas ideas nos invitan a reflexionar sobre las posibilidades y desafíos de un cambio radical, destacando la importancia de una teoría que sea simultáneamente práctica y transformación. La abolición del valor, entendida como la superación de las relaciones sociales capitalistas, sigue siendo la tarea central de cualquier proyecto emancipador.

 

Referencias

Intervention Communiste. (1974). Revolución y contrarrevolución. París: Intervention Communiste.

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