No más organizadores: La lucha ha superado la necesidad de organizadores.

 

Nota sobre la fuente original

La traducción que comparto proviene del texto "No More Organizers" (Sin más organizadores), disponible en The Anarchist Library. Puedes consultar el original en inglés aquí:
https://theanarchistlibrary.org/library/anonymous-no-more-organizers

Este texto anónimo plantea una crítica radical al rol del "organizador" en los movimientos sociales, denunciando cómo esta figura reproduce jerarquías, especialización y
pasividad dentro de las luchas. La invitación es clara: dejar de delegar la acción, y comenzar a actuar.


No más organizadores:
La lucha ha superado la necesidad de organizadores.

Desde abusadores, trepadores, oportunistas y estafadores, hasta personas empujadas a una visibilidad peligrosa, deshumanizadas y sobreexplotadas, el rol de “organizador” resulta perjudicial tanto para quienes lo reclaman o se les impone, como para el movimiento por la liberación en su conjunto.
La libertad no necesita organizadores, necesita que todes asuman un rol activo en la lucha y que rechacen poner a otrxs en pedestales deshumanizantes en el proceso.
No podemos esperar a que otrxs luchen por nuestra libertad. Como siempre, el secreto es comenzar.
Especialización y Espectacularización
El rol de “organizador” es una posición especializada, es decir, nunca es algo que cualquiera simplemente puede hacer, sino que se presenta como algo que sólo cierto tipo de persona puede ocupar. Incluso en un movimiento informal, es una posición que separa una “dirección” de la lucha. Como todo rol especializado, genera una dinámica de espectadores: en lugar de alentar a la gente a hacer las cosas por sí misma y participar activamente en la lucha por su propia liberación, se les dice que esperen a que lxs organizadores lo hagan todo, y que lo único que deben hacer es presentarse.
Incluso lxs organizadorxs con las mejores intenciones y mayor conciencia perpetúan esto, porque el problema está en la misma existencia del rol de organizador: siempre separado de todxs y de todo. Para que haya unx organizadorx debe haber personas a ser organizadas, no participantes activos que hagan que las cosas sucedan por sí mismas.
De forma más intencional, lxs organizadorxs acaparan el acceso a recursos —dinero, herramientas, contactos sociales— que simplemente no comparten. Si forman parte de alguna organización, elevarán la barrera de acceso al requerir entrar a dicha organización, donde lo más probable es que sigas siendo un espectador. Para proteger su posición de poder, crearán un entorno hostil alrededor del acto de organizar, o mentirán diciendo que necesitas ser de cierto tipo de persona o tener habilidades especiales para hacerlo.
La verdad es que todo lo que puede hacer unx organizadorx, lo puede hacer cualquiera. Y por el bien de nosotres, de nuestra libertad y del bienestar de lxs mismxs organizadorxs, debemos hacerlo, derribar sus pedestales y hacerlos irrelevantes.
Jerarquía, Personalismo y Abuso
Lxs organizadorxs y líderes tienden a crear jerarquías tanto formales como informales. Nadie es tan críticamente importante para la lucha como para que sin ellxs todo se derrumbe, pero la cultura que se ha construido alrededor de lxs organizadorxs y el organizar, que los pone en un pedestal, crea esa ilusión.
Esto genera el escenario perfecto para el abuso de poder (lo cual es constante cuando el poder está en juego). Seguramente muchxs han escuchado frases como: “Sí, lo que hizo estuvo mal, pero hace un trabajo tan importante…” Cuando las personas se fusionan con la lucha que representan, la rendición de cuentas se vuelve casi imposible.
Las excusas son infinitas: “hay cosas más urgentes ahora, hablemos de esto después” / “sólo estás tratando de desacreditar mi trabajo” / “esto es un ataque tipo COINTELPRO” / “eres un infiltrado”. A esto se suma la tendencia a deificar a lxs organizadorxs, lo cual genera un séquito ciego que los defenderá sin importar qué —estas dinámicas alimentan el racismo y su justificación, el abuso y su encubrimiento.
Estas posiciones también son un imán para trepadores, estafadores y aspirantes a políticos construyendo su currículum sobre nuestras espaldas. Esta clase de gente pondrá a otrxs en peligro físico o legal para conseguir una buena foto en Instagram, obtener donaciones para su fondo, o desactivará una situación para, cinco años después, presumirlo cuando se postulen para un cargo público.
Liderazgo y Deshumanización
¿Quién puede ser organizador? Al igual que el “liderazgo”, cuando la única forma que la gente conoce para involucrarse en la lucha es siguiendo a alguien, seguirán a cualquiera que se presente, sin importar su análisis o política. Esto se ve claro cuando alguien aparece con un megáfono en una protesta: muchxs inmediatamente lo ven como legítimo, y antes de darte cuenta estás escuchando “no todos los policías son malos” o “váyanse a votar”.
La otra cara de esto es que hay personas que terminan siendo vistas como organizadoras simplemente porque están haciendo algo, y eso conlleva una visibilidad no buscada, una deificación, sobrecarga de trabajo, presión para dar respuestas y una deshumanización general. Se queman rápido y desaparecen. Entonces la gente busca desesperadamente a una nueva figura de sacrificio.
¿Quién se adjudica qué?
Quienes “organizan” rara vez coordinan todo o hacen que todo funcione, pero se llevan el crédito. Esto se divide de forma muy clara por líneas de clase, raza y género. Donde hay un organizador con recursos, puedes apostar que hubo personas más pobres haciendo el trabajo duro. Donde hay un hombre “comprometido”, hay diez mujeres y personas disidentes de género haciendo el trabajo pesado e informal: cuidados, contención emocional, logística. Donde hay un organizador blanco, está apoyado en los cuerpos y el desgaste de múltiples personas negras.
Incluso fuera de estas dinámicas, organizar cualquier cosa requiere de toda una comunidad. Las amistades con quienes compartes ideas, quienes cooperan con insumos, quienes coordinan a sus grupos para asistir, quienes difunden la convocatoria, quienes simplemente aparecen. Que una sola persona se lleve el crédito por las acciones de tantxs es una arrogancia y un obstáculo activo para construir poder colectivo.
NO ESPERES A QUE ALGUIEN MÁS LUCHE POR TU LIBERACIÓN
EL SECRETO ES COMENZAR

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